Luego, decepcionada aunque agradecida aún, observará caer a sus pies la solitaria pepita que en lenta agonía se anclará en la matriz del mundo.
Con menos soberbia, más asombro e infinita gratitud elevará su suspiro de fe al creador por el lujo de su obra, mientras observa al retoño abrirse camino retando al mismo cielo.
Finalmente satisfecha pedirá a la tierra que a sus pies se abra para recibirla en eterno cobijo.
Semilla y matríz de vida por voluntad divina.
Cecilia Cerdeña
No hay comentarios:
Publicar un comentario