Recuérdame cuando entre la multitud yo te busqué y no te encontré. Recuérdame las cadenas que arrastraba mientras en el horizonte te añoraba sin conocerte aún.
Hoy los ángeles nos están mirando dormir entre la noche y luego de día se sientan quietos a contemplar nuestra alegría.
Fuiste una sorpresa esperada, regalo pedido. Me voy acostumbrando a este camino adecuado, agrego que no tengo más que decir.
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