miércoles, 10 de noviembre de 2010


Me llegaste con la brisa de la primavera, tan solo me bastó reconocer y tomar todo el valor de mis entrañas para cruzar aquellos temores y ...
ahí tú me esperabas, ahí sonriéndome desde tu tibio corazón, brindándome un festival con tu sonriente piel, abrazando mi mundo desde tu tierna sonrisa.
Juntos tomados de las manos regresamos por el cruce para no separarnos más.--


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